lunes, 26 de febrero de 2018

Paseando por Riopar Viejo. Albacete








En el punto más alto de la colina se encuentran los restos del castillo, una antigua fortaleza islámica tomadas por los cristianos en la Reconquista. Se conservan algunos torreones y parte de la muralla defensiva en su zona sur. De la antigua fortaleza islámica  decir, que su ubicación a 1100 metros sobre el nivel del mar era ideal para controlar la zona de los valles del río de la Vega, fue en el año 1213 cuando fue arrebatado a los árabes por los ejércitos de Alfonso VIII tras la conquista de Alcaraz y se convirtió en un punto estratégico para la defensa castellana frente a las incursiones musulmanas que venían del sur, más tarde en el siglo XV fue objeto de deseo de los señores de Navas de Paredes y Villena por su situación estratégica para controlar los valles. Cuando perdió su función militar se usó como cementerio al aire libre.







El cementerio de Riópar Viejo se encuentra frente a la iglesia del Espíritu Santo, es un recinto cerrado con cancela de libre acceso, dentro del castillo, salpicadas por todo su recinto hay una multitud de tumbas de diferentes épocas, tumbas de 1880 hasta 1970. En 1982 se prohibió el enterramiento en este lugar.







La fuente de los muchachos, que debe su nombre a dos jóvenes que se perdieron en lo más duro del invierno durante una ventisca y murieron en este lugar.




  
La iglesia del Espiritu Santo, es un templo católico que está catalogado como Bien de Interés Cultural desde el 18 de diciembre del año 1981. El eje de la iglesia está orientada a Jerusalén no a Roma y da lugar a leyendas sobre la influencia de los Templarios en la zona y como llegaron abriendo los ojos a la gente y sacándolos del oscurantismo en el que les sumía la iglesia.
De planta románica con restos de gótico mudejar. Pinturs de románico tardio, 1213 de cuando se fundó el pueblo aproximadamente. Estuvieron ocultas y reaparecieron como ahora se las ve, durante una restauración en 1082.





El interior de la iglesia parroquial de El Espíritu. Tras la lechada del altar se han encontrado unos frescos que se están intentando recuperar. Están cubiertos por una cortina, pero una parte permanece abierta para que puedan ser contemplados. En esta parte abierta, se ve la imagen de San Ándres y bajo la lechada, la imagen de Santa María Magdalena. Hay quién piensa que no se tiene interés por parte de la iglesia, en restaurar esas pinturas porque alentaría a mas personas a leyendas sobre Jesús de Nazaret, ya que en el evangelio apócrifo de San Felipe es precisamente a San Ándres a quien Jesús dice: "cuida de mi mujer y mis hijos".

A la derecha hay una cruz de San Ándrés, picada que más parece que este así porque se ha intentado destruirla más que conservarla. 



Esta pieza no corresponde a la iglesia. En ella se ve a Jesus con los apóstoles, de pie, como hacían los judíos, ya que la representación de todos ellos sentados ante una mesa la tenemos desde que Leonardo Da Vinci pinto la última Cena y los representó de esta forma.




Y antes de marcharnos de Riopar pasamos por la Tasca de Pedro a tomar unos vinitos. Unas vistas preciosas, cocina tradicional manchega y un trato inmejorable. El vino “Camino de Boliches” y ellos mezclan tinto con rosado. Estupendo sabor y bien de precio.





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