La receta de El vino de rosas aparece
en De re coquinaria I,III,1 de Marco Gavio Apicio, que vivió en el siglo I.
Aunque
muchos lo conocen como el primer
recetario de cocina parece que en realidad está lejos de ser una obra original escrita por
Apicio (si es que fue realmente su autor). Numerosas variantes del latín
utilizado en los diferentes capítulos, incongruencias cronológicas en el
lenguaje y partes inexistentes (pero que aparecen indicadas en el índice) hacen pensar en la recopilación y en los
añadidos sucesivos que la obra de Apicio ha vivido a lo largo de los siglos.
Apicio era conocido sobre todo por
sus excentricidades y una enorme fortuna personal que dilapidó en su afán por
hacerse con los más refinados alimentos, elaborados en complicadas recetas, algunas atribuidas a él, como el foiegras obtenido del hígado de gansos alimentados con higos.
Su desmedido epicureísmo le
granjeó la antipatía de los estoicos contemporáneos suyos, como Séneca o Plinio
el Viejo.
Se desconoce con exactitud la
fecha de su muerte, probablemente acaecida en los años finales del imperio de Tiberio.
La tradición dice que se suicidó
envenenándose al asumir que su estilo de vida lo había arruinado completamente.
Quizá, por todo ello, sí le podríamos
otorgar el título de “primer gran gourmet de
la historia”.
El libro ofrece no
sólo un conjunto de recetas sino que enseña diversos trucos culinarios para
reutilizar, por ejemplo, las sobras de los alimentos cocinados o para preparar
platos similares, pero con complejidad y costes diferentes.
Bueno, al lio ¡¡vamos con el vino!!
·
Ingredientes vino de rosas :
·
1 l. de vino ( rosado )
·
12 rosas perfumadas
Conseguir
rosas de la mejor calidad y que no estén humedecidas por el rocío
Separar los pétalos de las rosas olorosas y aptas para el consumo ( no tratadas con pesticidas, abonos artificiales o con herbicidas ). Retirar la parte blanca de la extremidad de los pétalos
Colocar los pétalos en maceración con vino durante siete días
Proteger de la luz y de la humedad.
Realizar un cambio de los pétalos cada siete días y así hasta completar la maceración a los 21 días.
Separar los pétalos de las rosas olorosas y aptas para el consumo ( no tratadas con pesticidas, abonos artificiales o con herbicidas ). Retirar la parte blanca de la extremidad de los pétalos
Colocar los pétalos en maceración con vino durante siete días
Proteger de la luz y de la humedad.
Realizar un cambio de los pétalos cada siete días y así hasta completar la maceración a los 21 días.
Al
finalizar el tiempo de maceración a las tres semanas completas, el vino estará
listo para su consumo. Añadir miel de buena calidad cuando se vaya a
consumir
Nosotros
tenemos la suerte de poder disponer de unas especias de países no
conquistados por los romanos en su época, lo que nos les
permitió gozar de su aroma, así que si tendemos a los aroma especiados,
podemos añadirle una caña de canela y 5 clavos de especia. También se puede
utilizar vino tinto para conseguir un
vino de más cuerpo, o añadir, zumo de limón al gusto, o miel, o para potenciar más el
sabor, agua de rosas, de venta en herboristerías. También se pueden sustituir
las rosas por violetas si estas son de vuestro gusto.