He pasado por el franquismo
terminal, el calvosotelismo, el felipismo, el zapaterismo y, ahora el rajoismo.
Y, los he visto orzar con el mejor viento, batiendo palmas rocieras intentando
conseguir un pesebre de categoría de por vida. Lo mismo daba a nivel nacional
que en la Comunidad. Los mismos que escuché largo y tendido promocionando con
pasión a Ibarra o a Vara, los mismos digo, se empeñan ahora en contarme las
excelencias de Monago. Antes, los más fahions, con los despachos y la casa mas
de diseño. Ahora, lo flamenco, aún lo taurino y siempre las putas, los copazos,
el coche oficial, la gente de apellido…
Y aún me preguntan como
puedo reírme tanto!!!
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